Para todos aquellos que somos amantes de pasar parte de nuestro tiempo libre paseando (y comprando) por los mercados, el mes de abril es sinónimo de ver en la parte exterior de los mismos a los vendedores con las cajas llenas de caracoles. Y, aunque a simple vista el animal pueda resultar algo desagradable a la vista, la cosa cambia cuando uno se encuentra una receta como la que compartimos, tradicional de la comarca del Guadalhorce: caracoles en salsa.

Aunque ahora sea una receta que se está perdiendo, este molusco era muy consumido durante la Edad Media, sobre todo por gente humilde, ya que su carne no estaba prohibida durante la Cuaresma, y se podía guisar fácilmente con todo tipo de verduras. Curiosamente, existe un refrán popular que recomienda el periodo para su consumo: Los de abril, para mí; los de mayo, para mi amo, y los de junio para ninguno.

INGREDIENTES (para 4 personas)

  • 1 kg. de caracoles
  • 100 gr. de almendras
  • 250 gr. de tomates
  • 2 cabezas de ajo
  • 1 rebanada de pan cateto
  • 1 cebolla
  • 2 hojas de laurel
  • 1 guindilla
  • 1 limón
  • 1 copita de vino blanco
  • Pimienta negra (al gusto)
  • 1/2 cucharilla de pimentón
  • Comino (una pizca)
  • Vinagre
  • Aceite de oliva virgen extra (al gusto)
  • Sal (al gusto)

PREPARACIÓN

  • Antes de comenzar con la receta, es muy importante lavar los caracoles con sal, un chorreón de limón y un poco de vinagre para que pierdan la baba, moviéndolos constantemente. Probablemente tendremos que repetir la operación al menos tres o cuatro veces.
  • Una vez limpios, dejamos los caracoles al sol en el recipiente donde se van a preparar y cubiertos de agua  durante al menos una hora (para que salgan de la concha). Otra opción es ponerlos con agua fría a fuego muy bajo, moviendo constantemente hasta que salgan.
  • Sofreímos la cebolla, los ajos, el pan, las almendras y los tomates. Labramos el sofrito en un mortero junto con el pimentón, el comino y la pimienta y apartamos.
  • Ponemos el recipiente con los caracoles con el fuego al máximo y agregamos el laurel, la guindilla, el sofrito y un vaso de vino blanco. Dejamos hervir durante hora y media.
  • Una vez terminado de hervir, apartamos del fuego y dejamos reposar un poco para que se asiente la salsa antes de servirlo.
  • IDEA: Este plato es ideal para ir acompañado de un buen pan cateto, si eres de los que les gusta mojar las salsas…
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