Una vez más hacemos referencia a esos “platos humildes” que permitían el sustento de las familias. Así, con una “latilla de almejas” y los frutos de la huertecilla, había suficiente comida para satisfacer el hambre y “darse el lujo” de mojar pan en la sabrosa salsa de tomate, que se podía agrandar incorporando agua, pan rallado o harina. Además, esta receta era válida para su uso con coquinas, mejillones y hasta lapas…

INGREDIENTES (para 4 personas)

  • 750 gr. de almejas
  • Medio kilo de tomates maduros
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento verde pequeño
  • 2 ó 3 dientes de ajo
  • 1 ramita de perejil
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 cucharada de pan rallado o harina
  • 1 chorreón de vino blanco (o media copa)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal (al gusto)
  • Caldo de pescado (si se quiere)

PREPARACIÓN

  • Previamente a la preparación, lavamos las almejas y las dejamos en un recipiente con sal y agua fría para que suelten la tierra.
  • Damos a los tomates un corte en un extremo y los escaldamos en agua hirviendo durante medio minuto. Los echamos en agua fría y les quitamos la piel. Después, los trituramos y reservamos.
  • Lavamos el pimiento, picamos en trozos pequeños y reservamos. Hacemos igual con las cebollas.
  • Ponemos 2 ó 3 cucharadas de aceite en una sartén y pochamos a fuego lento el ajo, las cebollas y el pimiento. Una vez pochado, agregamos la harina y le damos un par de vueltas.
  • Añadimos a la sartén el tomate triturado, el vino, el pimentón, el perejil picado y salamos al gusto. Mantenemos a fuego lento hasta terminar de freír el tomate.
  • Cuando se ha hecho la salsa, echamos por encima las almejas y tapamos. Movemos ligeramente y esperamos a que todas se abran.
  • IDEA: Si la salsa se queda poco espesa, podemos añadir una cucharada de pan rallado.
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