Conocedores de muchas tradiciones existentes en nuestra provincia, en El Malaguita esta semana no hemos podido evitar acordarnos de Los Rondeles de Casarabonela, otra festividad que la precaución ha obligado a suspender este año por la pandemia. De ahí que le hayamos querido hacer un pequeño homenaje con la receta de hoy: buñuelos de viento.
En la noche del 12 de Diciembre, en Casarabonela es costumbre tomar para combatir el frío una buena taza de chocolate, rebanadas de pan con aceite y ajo -“los tostones”- y, sobre todo, los buñuelos de viento. Del resto ya se encarga el fuego, verdadero protagonista del evento, ya sea en los rondeles o en las fogatas.
El origen de esta receta en la península ibérica se remonta al siglo XI, donde encontramos una receta árabe del panadero del rey árabe de Sevilla, que se cree hizo los primeros buñuelos preparados con tortitas de masa de agua y harina fritas en aceite hirviendo, durante el asedio en una fortaleza de Málaga. Se tiene la creencia que esa primera receta saltó más tarde a los vendedores ambulantes moriscos de las zonas de Granada y Sevilla, que ofrecían los buñuelos de agua miel, una masa que se freía en aceite y posteriormente se bañaba en miel hirviendo.
Sin embargo, la primera receta escrita que aparece con la denominación de “buñuelos”, está redactada por Francisco Martínez Montiño, cocinero mayor de los reyes Felipe II, Felipe III y Felipe IV, en su libro “Arte de cocina, pastelería, vizcochería y conservería” (1763).
INGREDIENTES (4 personas)
- 1 kg. de harina de trigo
- 1 litro de agua
- 25 gramos de levadura fresca
- 1 sobre de levadura química
- Sal (al gusto)
PREPARACIÓN
- Disolvemos las levaduras en agua templada y salada.
- Añadimos la harina y movemos vigorosamente para unirlo todo, hasta que la masa quede fluida. Dejamos reposar la masa tapada de 30 minutos a 1 hora hasta que suba.
- Una vez reposada la masa, tomamos porciones con las manos mojadas en agua templada con sal (para que no se peguen a los dedos) y hacemos roscos.
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Freímos los roscos en una sartén con aceite de oliva abundante y muy caliente. Conforme se van friendo, movemos y giramos los buñuelos con una caña.
- Sacamos los buñuelos en papel secante para eliminar el exceso de aceite. ¡Y a disfrutar!
- IDEA: Si bien en la receta tradicional los buñuelos se sirven así, esta receta admite coberturas de los mismos con miel de caña, azúcar glass, mezclando azúcar con canela u otras variantes que harán las delicias de los más dulceros.
- SUGERENCIA: Durante los días de frío, es costumbre consumir los buñuelos calientes, recién hechos, acompañados de una taza de chocolate caliente.
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