En el blog de El Malaguita nos gusta combinar historias situadas en distintos momentos del tiempo para que podamos entender completamente la riqueza cultural que nos transmiten los distintos rincones de nuestra provincia. Y si la semana pasada viajábamos a la Serranía de Ronda y una leyenda procedente del siglo XIV, esta semana queremos centrarnos en el Torremolinos de los años 60, cuando Torremolinos era uno de los principales destinos turísticos de nuestro país, con la siguiente historia: el pasaje Begoña.
Como siempre, antes de comenzar a contar la historia es preciso que nos situemos en el tiempo. Durante la década de los 60 y principios de los 70, Torremolinos estaba en la cima como uno de los principales destinos turísticos de nuestro país y había adquirido una fama internacional, siendo un lugar famoso y conocido por el turismo de “las cuatro “eses”: sun, sea, sand, sex (sol, playa, arena y sexo). La atracción que la ciudad generaba en el exterior dieron pie a un ambiente diverso y fluido en el que convivían celebridades internacionales con españoles que escapaban en busca de experiencias en pleno franquismo, creando una atmósfera repleta de libertad, diversidad y vanguardia.
En el Pasaje Begoña, apenas una callejuela con forma de L en pleno centro de Torremolinos, hubo al menos 50 locales de copas y música en directo entre 1962 y 1971. La historia de este lugar comienza en los últimos meses de 1962, cuando comienzan a abrirse los primeros locales de toda España frecuentados por personas LGTBI. En plena dictadura Franquista, este rincón de la costa malagueña era un pequeño oasis de libertad para el colectivo LGTBI. La entrada de divisas gracias al turismo, la presencia de celebridades de Hollywood y de la jet set internacional y el deseo de proyectar al mundo una imagen de modernidad hicieron que Torremolinos se convirtiera en una auténtica isla de libertad donde las autoridades, por lo general, hacían la vista gorda. Estaba la Ley de vagos y maleantes y la de peligrosidad sexual, pero en Torremolinos se aplicaban solo en caso de escándalo público. Mientras lo que ocurriera fuera con discreción, no había problema.
Fue tal la fama nacional e internacional que adquirió el Pasaje Begoña que allí era frecuente ver a personalidades de toda orientación sexual: Ava Gardner, Brigitte Bardott, Anthony Quinn, Judy Garland, Kirk Douglas, John Lennon con el manager de The Beatles, Brian Epstein, la princesa Soraya de Irán o Raniero de Mónaco y Grace Kelly eran algunas de las más conocidas a nivel internacional. Coccinelle, célebre transexual francesa; Amanda Lear, musa de Salvador Dalí; Helmut Berger, actor austriaco muy unido al director de cine Luchino Visconti y protagonista de muchas de sus películas; Luciana Paluzzi, actriz italiana y una de las primeras ‘Chicas Bond’; Grace Jones, cantante, compositora, supermodelo, productora y actriz jamaicana; o celebridades españolas como Sara Montiel y Massiel, entre muchas otras, también eran asiduas de este lugar.
Quienes frecuentaban los locales del pasaje estaban acostumbrados a sufrir redadas puntuales, “destinadas fundamentalmente a que aquello no se desmadrase”. Sin embargo, el 24 de junio de 1971, todo cambió. Una gran redada policial ordenada por el gobernador civil de Málaga, Víctor Arroyo, tuvo lugar en el callejón y en varias calles aledañas. Hubo unas 300 personas identificadas, 114 detenidos, que fueron trasladados a la Comisaría General de Málaga, y decenas de extranjeros que fueron deportados a sus países acusados de “atentar contra la moral y las buenas costumbres”. Distintas teorías apuntan a que la masificación del turismo hizo que Torremolinos dejase de ser el centro emblemático del turismo y “la visibilidad del Pasaje Begoña fue mayor y por tanto su existencia más difícilmente justificable”.
Toda esta historia, que había caído prácticamente en el olvido, ha vuelto al presente gracias a la labor de la Asociación Pasaje Begoña. En los años ochenta se le cambió el nombre a Pasaje Gil Vicente, y no ha sido hasta los primeros meses del año 2018 cuando ha vuelto a recuperar su nombre original, en una labor en la que ha trabajado esta asociación en coordinación con el Ayuntamiento de Torremolinos, convirtiéndolo ahora en un renovado espacio cultural urbano, volviendo a convertirse en un nuevo atractivo turístico.
Además, el pasado 21 de febrero ambas entidades solicitaron la declaración de Lugar de Interés Turístico de Andalucía a este pasaje, algo que se consiguió el pasado mes de Diciembre, cuando fue declarado Lugar de Memoria Histórica y Cuna de las Libertades y los Derechos de las personas LGTBI por parte del Parlamento Andaluz y del Congreso de los Diputados y publicado en el Boletín Oficial de la Junta (BOJA). Además, desde el pasado mes de Junio de 2019, este pasaje está hermanado con The Stonewall Inn de Nueva York, lugar considerado como catalizador del movimiento activista LGTBI de Estados Unidos y cuya redada el 28 de junio de 1969 pone fecha al Día del Orgullo.
Desde El Malaguita animamos a visitar la página web de la Asociación Pasaje Begoña y a conocer todos sus proyectos, porque como ellos mismos dicen, “conocer y difundir la historia de este pasaje nos garantizará un futuro más justo y humano”
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