Los seguidores del blog de El Malaguita saben de sobra el amor que sentimos por nuestra provincia y lo que nos gusta combinar historias y leyendas con la recomendación de sitios que merece la pena descubrir de nuestra provincia. Por eso esta semana, guiados por la primavera y aprovechando que el tiempo todavía es suave en nuestra provincia, queremos recomendar un lugar de lo más sorprendente por su belleza y por su enorme valor ecológico: la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra.
Localizada al noroeste de la provincia de Málaga, a menos de una hora en coche de la capital, la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra se extiende entre campos de olivo y cereal junto al pueblo homónimo, a lo largo de seis kilómetros de longitud y casi 1.400 hectáreas de extensión, convirtiéndose en el mayor humedal interior de Andalucía y uno de los más grandes de España, junto al de Gallocanta en Zaragoza, siendo un enclave único dentro de los humedales del Mediterráneo Occidental. En ella se localiza la mayor colonia de flamencos de toda la Península Ibérica y la segunda en importancia de Europa tras la existente en Camargue, Francia.
Esta laguna de aguas salinas y someras, que se recargan gracias al aporte de las lluvias, la colaboración de arroyos como el de Santillán y El Humilladero, y al flujo procedente de un acuífero subterráneo, esta Reserva Natural presenta en todas las épocas bellos paisajes de su lámina de agua. Como comentábamos antes, la primavera es la mejor época para observar los flamencos, especialmente a primeras horas de la mañana (para evitar altas temperaturas), cuando comienza el paso prenupcial y el periodo reproductor, suponiendo una mayor presencia de aves (ha llegado a registrar 20.000 parejas reproductoras de flamencos). Además, otras 170 especies de aves encuentran en esta laguna su lugar de cría, paso o invernada, especialmente las acuáticas como la malvasía cabeciblanca, la garza real o la gaviota picofina. Para la observación e identificación de estas aves, la laguna cuenta con varios observatorios de uso público disponibles, así como un Centro de Interpretación.
La vegetación en este entorno también es bastante llamativa. En Fuente de Piedra, los campos de cultivo se combinan con especies muy particulares, ya que el terreno de la laguna es muy salino. Este tipo de vegetación, denominada halófila, está perfectamente adaptada a las sales y tiene un gran valor botánico. Otras, como los tarajes, forman bosquetes esenciales para la reproducción de las aves. Su salinidad facilitó la aparición de importantes explotaciones salineras en la laguna desde época romana hasta la década de los 50, ya que en época de sequía la sal cristaliza en la superficie de la laguna, formando un precioso manto blanco. Aún hoy se pueden observan las huellas de estas explotaciones en forma de diques, que evacuaban el agua para favorecer la sedimentación de la sal, y que actualmente son utilizadas por la avifauna como lugares de nidificación. En reconocimiento a sus valores, la Laguna de Fuente de Piedra, fue incluida entre los humedales de importancia internacional por el Convenio de Ramsar en 1.983 y, así mismo, en 1.988, fue declarada Zona de Protección Especial para las Aves (ZEPA) de acuerdo con lo establecido en el art. 4º de la Directiva 79/409/CEE.
Su cómodo acceso por carretera, así como lo llano del terreno, convierte la Reserva Natural Fuente de Piedra en un lugar idóneo para visitar con niños. Eso sí, es muy importante llevar ropa adecuada a la época del año en la que nos encontremos, así como calzado apropiado para andar por el campo (sería bueno que fuera impermeable ya que vamos a pasear por una zona que puede estar encharcada). Asimismo no debemos olvidar unos buenos prismáticos, ya que eso nos permitirá apreciar con más detalle la maravillosa fauna existente.
Tras visitar la laguna, podemos aprovechar para pasear por el pueblo de Fuente de Piedra, pueblo de calles rectas y casas encaladas con balcones de hierro forjado que debe su nombre a una fuente con propiedades curativas que aún puede verse en la Plaza de la Constitución y donde destaca el Palacio de la Marquesa, y reponer fuerzas con la gastronomía local, basada en un excelente aceite de oliva y, donde en invierno destacan las chacinas, la porra o las migas y en primavera, las habas y los espárragos. Que no va a ser todo andar…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir