Si la semana pasada hablamos en El Malaguita recordando cuatro de las historias de fantasmas conocidas en nuestra ciudad, esta semana queremos fijarnos en algunas de las tradiciones de un fin de semana ya pasado que recuerdan muchas personas de mayor edad y que en muchos hogares se han olvidado o han caído en desuso.

Comenzamos recordando que el inicio de este mes era sinónimo de duelo por los que no están. Por eso se encendían en las casas velas por los fallecidos y se rezaba por ellos. Además, era obligado ir al cementerio a visitar a familiares y conocidos. Como el día 2 se celebra el día de Todos los Difuntos, el día 1 era tradición pasar para acicalar y adecentar las tumbas de los familiares, lo que también provocaba que fuera una de las épocas del año donde más flores se compran del año.

Si bien la costumbre de ir al cementerio se ha preservado, el 2 de noviembre tenía otra que se ha ido perdiendo: oír tres misas seguidas. Si bien el día 1 se iba a la Iglesia a recibir la Eucaristía, las misas del día 2 tenían la siguiente misión: la primera misa se dedicaba a las almas del purgatorio, la segunda se dedicaba a los familiares fallecidos y la última iba dedicada a aquellos conocidos con los que se tuviera alguna obligación.

Otra de las tradiciones caídas en el olvido para muchas familias era acudir al teatro a ver Don Juan Tenorio, de José Zorrilla. Las funciones de este clásico de nuestra literatura eran comunes en los teatros de todo el país y se representaban también en auditorios o salones parroquiales ¿La razón? El final de la obra tiene lugar la noche de Todos los Santos y su argumento está relacionado con la muerte.

La gastronomía también tiene su importancia en esta fecha y hay muchas tradiciones relacionadas con el día de Todos los Santos y los Difuntos. En muchas casas era costumbre (en algunas se sigue manteniendo) preparar gachas por este día, así como buñuelos o borrachuelos. También lo era ir a la confitería o el obrador más próximo para comprarlos junto a los huesos de santo.

Otra de las tradiciones que se mantienen actualmente está relacionada con un alimento del que ya hemos hablado en este blog: la castaña. A pesar de que ya llevamos semanas viendo los puestos en nuestras calles, son numerosos los pueblos de nuestra provincia con familias que se reunían para ir al campo a disfrutar de una buena castañada. Por poner un par de ejemplos, podemos citar a nivel institucional la Fiesta de la castaña y el vino en Yunquera o la Fiesta del Tostón Popular en Ojén, que se celebran o el fin de semana más cercano a esta festividad, o el fin de semana siguiente a la misma.

Desde El Malaguita, como malagueños enamorados de todo lo relacionado con la provincia, animamos a preservar las tradiciones de nuestra tierra y adaptarlas a los nuevos tiempos, para poder apoyar y enriquecer culturalmente a las generaciones venideras.

 

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  1. […] hablar el pasado martes en El Malaguita de las tradiciones relacionadas con la festividad de Todos los Santos, se nos quedó flotando el recuerdo del olor que desprendía el anís y el pan frito, tanto en […]

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